Esta es la tercera aventura de Yasmina Álvarez en el maravilloso mundo de la poesía, tras “Los versos que nunca os dije” (BajAmar Editores) y “Vivir en tus orillas” (BajAmar Editores), recientemente publicó “Cancelación del ruido” (BajAmar Editores), un poemario en el que habla de lo que ya no puede decirse. Y que presentó en La Pilarica acompañada de la periodista y también escritora Alba Rueda. Fue una velada en familia, en la que hubo algo de ruido pero también mucho sentimiento.
¿Qué nos queda si cancelamos el ruido? “A veces hay que hacer ruido, se nos tiene que oír. Cuando cancelo el ruido lo que me queda es paz, serenidad, calma… No solo el externo, también cancelo el ruido interno”, explicó la autora. Una Yasmina Álvarez que reconoció que el título viene de un regalo. “Fueron unos auriculares, y estando en una cafetería con mucha gente y mucho ruido, le di a un botón y solo quedamos mi música y yo, todo el ruido desapareció. Me pareció una pasada. Estaba buscando una cafetería en silencio, sin música… Nos da miedo el silencio”. Un silencio que también juega un papel importante en su vida. “Yo soy actriz de teatro y la pausa, el silencio dramático es muy importante. Pero también hay silencios que incomodan”, dijo.
Otro de los temas que encontramos en el libro es el duelo, el dolor. “Ha habido dolores, sufrimientos anteriores pero fue con la muerte de mi perro Samba de manera inesperada que nos dejó hechos polvo. Quería rendirle un homenaje (aparece en la portada del libro). Me enseñó mucho, y pensé en la suerte que tuve de tenerlo conmigo”, comentó. ¿Se escribe más cómoda desde el dolor, el amor o la alegría? “Desde el dolor y desde el amor. Cuando estás alegre estás a otra cosa. Para mí, el estado de ánimo para escribir es la nostalgia, la tristeza… pero también la pasión, el deseo”, señaló.
Una profesión o actividad de poeta que viene de años atrás. “Tiene que haber un trabajo para hacerse poeta, una sensibilidad especial para convertir la anécdota en algo poético, convertir lo cotidiano en universal… Tiene que haber lectura, poso y reposo. La experiencia también es importante y lleva un proceso”, opinó. ¿Con que poeta te quedarías? “Con Lorca. Me encantaría poder tomarme un café con él”, reconoció. ¿Consume mucha energía escribir poesía? “Para mí el proceso creativo es liberador y sanador, desgasta más todo lo que viene después”, explicó. “Por ejemplo, en este último libro no me molesté en darle una estructura, están recogidos los poemas que escribí entre los años 2019 y 2023. Es un poco como va la vida, que no va estructurada”, señaló la autora.
¿Has cambiado mucho desde el primer poemario hasta este último? “Yo escribo, luego no se nunca lo que va a pasar. Lo hago por una necesidad mía. Los miedos aparecen después de escribirlo, en el proceso creativo no. Suelo leer mucho en voz alta para ver cómo queda", indicó Yasmina Álvarez, que reconoció que “la poesía me ha enriquecido y me ha dado oportunidades de estar y compartir con mucha gente. Noto que he aprendido mucho. Al final la poesía es hablar de la vida, es emoción”.
