“Más que una vocación, la poesía es un destino”, dice Jaime Sabines. Tras varios años publicando cuentos, relatos y diferentes textos, María Fernández Abril llega al mundo de la poesía con “Lo que saben los árboles” (Trabe), un poemario bilingüe en el que habla de cine, libros o música, en definitiva de su trayectoria de vida. El arribo de la escritora mierense a este género vino acompañado de un reconocimiento, el Premio Asturias Joven de Poesía 2022, un galardón más que añadir al exitoso recorrido de esta joven escritora. En este nuevo trabajo también incluye frases de otros autores como Emily Dickinson o Marta Mori y cierra la obra con una pieza muy especial, un soneto. Todo ello lo envuelve con cariño y dulzura.
- ¿Qué saben los árboles?
En el poemario dialogo mucho con la naturaleza, hay elementos como flores, plantas… el último soneto va muy ligado a este tema. El libro lo escribí en una temporada en la que estaba bastante agobiada, y uno de los sitios que más me relajaba era la huerta de mis abuelos que está llena de árboles.
- ¿Porqué está escrito en bilingüe?
Al final unos poemas te surgen en un idioma y otros en otro, y como dice mi amigo Rodrigo Olay: porqué voy a renunciar a un idioma, porqué no pueden ser los dos si la realidad de Asturias es así.
- ¿Cómo te decidiste a escribir poesía?
Cuando acabé los cuentos fue como que quedé un poco saturada de un género y me dije: ¡voy a probar con la poesía!
- ¿Y fue muy difícil el cambio de un género literario a otro?
No muy difícil pero me costó porque yo no tenía tanta seguridad en la poesía. Los referentes poéticos que tenemos son poetas del canon que dominan una métrica, y yo no encontraba ese modelo y esa vía para expresarme poéticamente. Entonces descubres autoras y lectoras con las que encajas más en tu forma de hacer poesía.
- Confinamiento, viajes… todo ello aparece en el libro.
El poema del confinamiento está basado en uno de Amalia Bautista. Otro es sobre un viaje a Roma con mi familia, me gustaba dialogar con la belleza de Roma en la película Vacaciones en Roma, un clásico del cine.
- ¿Cuál es el poema más especial?
Me quedaría con el último, el soneto. Fue todo un reto para mí escribirlo porque por un lado está la parte métrica, que fue muy complicada, y luego está el tema personal que se esconde bajo el texto.
- Todos los poemas lanzan un mensaje…
Sí, todos los poetas introducimos mensajes personales en nuestros poemas aunque se escondan en máscaras culturales.
- ¿Cómo se inspira uno para hacer poesía?
Este poemario empecé a escribirlo en enero de 2017. No es una escritura continuada, igual en algún momento me venía la idea de un poema y lo apuntaba. Por inspiración.
- ¿Qué se siente al ganar un premio con tu primer poemario?
Mucha alegría. Y luego también tienes el síndrome del impostor, piensas en no sé si me lo merezco, no sé si es tan bueno… te intentas quitar mérito a ti misma.
- ¿Cuál será tu siguiente libro?
Creo que será prosa. Mi idea es o hacer relatos más largos y más elaborados de los que tengo o una novela, aunque esto son palabras mayores, no sé si me atreveré. Escribir una novela es un reto para el futuro.