Recientemente ha entrado a formar parte de la Academia de la Llingua Asturiana (ALLA), le podemos escuchar en la RTPA, ha participado en varios programas en la TPA, es escritor, ejerce de profesor y es uno de los rostros más conocidos dentro del movimiento por la defensa de la llingua asturiana… Estamos hablando de Inaciu Galán, que presentó su último libro, “¡Volved las manos al bable! La llingua asturiana nel franquismu” (Editorial Trabe) en el espacio cultural de la librería La Pilarica. Un trabajo que hace un recorrido por la historia del bable durante la dictadura y con el que Galán se doctoró en la Universidad de Oviedo.
- ¿Qué se siente al entrar a formar parte de la Academia de la Llingua Asturiana?
La palabra sería… responsabilidad.
- ¿Cuánto tardaste en hacer la tesis?
Unos cinco años. Llevaba tiempo recopilando información y era un tema que me interesaba. Estuve muchos años comprando libros y guardando material que fui encontrando… tenía mucho trabajo adelantado.
- ¿Por qué y cómo surgió la idea de llevarla al libro?
Se interesaron desde la editorial Trabe y yo tenía interés en que se diera a conocer y en que tuviera una utilidad, porque al final si haces una tesis y no te la publican ni nada… sería un poco triste.
- Se puede decir que durante el Franquismo se vivió la peor época para la llingua…
Coinciden muchas circunstancias, la principal es que es una dictadura que es totalmente contraria a la diversidad lingüística. Además, hay varios aspectos clave como la generalización de los medios de comunicación de masas como elemento castellanizante; la generalización de la escuela y el aumento de los años de escolarización, ya que antes la escuela tenía un impacto muy pequeño en las personas, pasaban muy pocos años por la escuela, pero desde los años sesenta pasarán más tiempo y se introduce la presencia de la universidad en las clases menos pudientes… todo ello actúa como elemento de castellanización.
- ¿Cómo está ahora y cómo se presenta el futuro del bable?
En la etapa que se estudia en el libro la vitalidad era mayor, la gente hablaba más el asturiano. Pero los ámbitos que se ganaron en estos cincuenta años son ámbitos en los que el asturiano estaba apartado, como el público, la literatura… es un cambio para bien en muchos aspectos. De cara al futuro yo soy optimista porque cada vez hay más conciencia social y se refleja en que hay un mayor apoyo político. Lo que necesita un idioma es la oficialidad… da esperanza de que tendremos esta herramienta en un futuro, aunque no va a ser lo único que salve el asturiano. Pero sin esta herramienta va a ser difícil.
- ¿Y el futuro de Asturias?
Complicado, porque aparte de la problemática del asturiano tenemos otros muchos problemas vinculados a la falta de oportunidades para la gente joven, que se ven obligados a marchar y eso genera una sociedad de más edad, con poco impulso y poca iniciativa.
- Te podemos escuchar en la radio, ejerces de profesor, eres escritor… ¿cómo se puede compaginar todo?
Durmiendo poco… sabiendo organizarse y además, tengo la suerte de que en todo lo que trabajo son cosas que me encantan, así que nunca me siento trabajando realmente.