Nuestro protagonista tiene una amplia experiencia en cuanto a la búsqueda e investigación de temas relacionados con Mieres y su historia, y es que ya escribió varios libros acerca de la villa mierense y también de lugares significativos como puede ser Fábrica de Mieres. José Antonio Vega es un enamorado de la historia y desde muy pronto comenzó a interesarse por ella. Fruto de ello fueron llegando distintas publicaciones, tanto en libros como en periódicos y revistas. En esta ocasión acudió al espacio cultural de la librería La Pilarica para dar a conocer su nueva obra, “Ablaña: El valle rojo”, en un acto en el que estuvo acompañado por el juez Luis Roda y Rafa Balbuena, director de la revista Cantábrica. Un libro en el que refleja el pasado de esta localidad y la importancia que tuvo en la minería asturiana y en la movilización obrera.
Este es un proyecto que viene de años atrás. “Estuve mucho tiempo recopilando información, es un tema que descubrí ya hace quince años. Fue un trabajo de mirar hemerotecas y mucho archivo. Le dediqué muchas horas”, reconoce Vega. ¿Y qué tiene de especial Ablaña? “Fue donde acontecieron los principales hechos de los años 60, las principales huelgas de la minería…”, apunta el autor. Gracias a estas investigaciones del escritor mierense podemos descubrir cómo era la vida en Ablaña hace más de cincuenta años. “Había mucho poder económico, mucho trabajo… Tenía Fábrica Mieres, el ferrocarril, Pozo Llamas y Nicolasa”, explica.
Nada tiene que ver con la Ablaña y el valle del siglo XXI. “Antes estaban las casas llenas, ahora es un pueblo desierto. Todo fue a partir del cierre del Pozo Llamas, de la tecnificación del ferrocarril, la marcha de Fábrica Mieres… la gente se fue yendo”, apunta. Uno de estos lugares, el Pozo Llamas es uno de los enclaves mineros más significativos de la zona. “Es el gran olvidado de la historia minera, es el “Machu Picchu” de la arqueología industrial. Estaba olvidado, lleno de maleza, hasta que hace un par de años hablé con Hunosa para que llevaran a cabo una limpieza en la zona”, señala José Antonio Vega.
Un pasado esplendoroso, pero un futuro incierto. ¿Qué se hizo mal para que Ablaña y Mieres acabaran así? “Eso es lo que no sabemos, habría que estudiarlo. Lo principal fue el cierre de Hunosa a cambio de nada”, dice el autor, que opina que “todo va ligado a los puestos de trabajo para que la gente no se vaya. ¿Cómo crear esos puestos de trabajo? Eso no lo saben ni a nivel autonómico”. Lo que sí sabemos es que Vega continuará en el futuro con la publicación de libros y trabajos relacionados con la historia del concejo y otros lugares. “Estoy preparando uno sobre Lena”, apunta. Y además, tiene otro proyecto en marcha vinculado a uno de sus primeros libros y de los más exitosos. “Estoy estudiando la posibilidad de reeditar “Historia de Mieres”, del que se llegaron a vender cerca de un millar de ejemplares”, explica.