Podríamos decir que es una especie de Juego de Tronos pero en versión asturiana, con nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra mitología. “La bruja, el herrero y el caldero de Dagda” (Editorial La Semeya) es la ópera prima de José A. Oliver, profesor, de origen manchego y gran aficionado a la escritura. En este primer trabajo nos lleva hasta la Asturias del siglo XV, en la que tienen cabida cuélebres, trasgos y una gran variedad de personajes. Una novela juvenil pero apta para todos los públicos que presentó en La Pilarica, en un acto en el que estuvo acompañado por Marino Córdoba, de la Editorial La Semeya. Un trabajo que desafía los límites de la realidad.
Su labor como profesor fue lo que dio origen a toda esta aventura. “Cuando llegué aquí me dijeron que había una asignatura que se llama Cultura asturiana, para impartirla a los nenos. Empecé a investigar yo por mi cuenta y fui descubriendo cosas de mitología”, comenta. Y en cuanto a que la trama transcurra en Gijón también tiene su explicación. “Vivimos allí y descubrí lo de la muralla romana. Además, en aquella época estaba empezando a leer Juego de Tronos y dio pie al libro”, explica el autor.
Un libro que, en principio, iba destinado a ser una obra de teatro. “Escribo obras de teatro para clase y se me ocurrió hacer algo con toda esta información que tenía, pero era tanto que al final me salió una novela. Tanto que va a ser una trilogía”, adelanta José A. Oliver, que reconoce que “la idea la tengo clara, se cómo van a acabar los personajes y todo. Ya tengo escrita la segunda parte y ahora ya estoy con la tercera”, dice.
Personajes que muchos de ellos son reales. “Por ejemplo, Rodrigo de Alcántara fue Comendador de Gijón. Los otros no lo son pero están inspirados en personas que conozco”, dice el autor de esta novela que habla de historia pero que ante todo es de aventuras. “Me gusta mucho la novela fantástica. El tema histórico es como el punto de arranque, investigué las costumbres y está todo documentado. También tiene gracia que el trasgu apareciera en aquella época, lo que se llama realidad mágica”, comenta Oliver.
La bruja, el caldero… todo tiene relación con la mitología, no solo asturiana sino también de otros países como Irlanda o Gales. “El caldero de Dagda es la tercera pata de la ambientación, está trasformado de la mitología celta. Todo es un calendario de fiestas celtas que la bruja aprovecha para hacer sus invocaciones y sus conjuros mágicos”, explica. Un autor que es un gran lector de libros de este tipo. “Suelo leer a Patrick Rothfuss, Brandon Sanderson… “, señala. De ellos tomará inspiración para los próximos libros que están por venir. “El final de este da pie a una continuación, es lo que me dice todo el mundo. Para el segundo puedo adelantar que la trama sale de Gijón”, concluye.
