Fueron años de gloria, viajando por Europa, codeándose y doblegando a los grandes equipos de España, con fichajes de relumbrón, con un campo mágico… fueron 13 años para el recuerdo, desde 1988 hasta 2001, la última etapa del Real Oviedo en Primera División. Nacho Azparren recoge en “El mítico Oviedo” (Hoja de lata) las vivencias y anécdotas de aquella época en este libro cargado de oviedismo que presentó en La Pilarica, en un acto en el que estuvo acompañado por José Ángel Muñiz Mangas, autor del libro “Las camisetas del Real Oviedo” (Delallama Editorial) y muy ligado a temas históricos del conjunto azul. Periodista y cronista habitual de la actualidad del equipo de la capital del Principado para el diario La Nueva España, Azparren vivió como aficionado aquellos tiempos dorados, una de las mejores épocas de la historia del Real Oviedo.
Con la hechicería empezó todo, ahí comenzó a fraguarse la historia de este libro. “Fue al hacer un reportaje con Gloria, la viuda de Tensi, sobre una anécdota con la bruja Loli, con Luis Aragonés y el propio Tensi involucrados. A raíz de esto empecé a recopilar un poco las historias y anécdotas de una época que yo viví de niño, y ya al final, cuando las tenía todas y estaba perfilada la idea de cómo iba a ir el libro, me puse en contacto con la editorial”, explica el autor, que desde hace tiempo quería escribir un libro como este. “Siempre dije que me encantaría hacer un libro, pero no sabía de qué concretamente… lo que más me gusta a mí es el Oviedo pero el que viví yo de pequeño, y ahí fue sencillo llegar al lado sentimental”, reconoce.
¿Y cuál es tu mejor recuerdo de aquellos años? “Siempre digo que mi mayor recuerdo fue cuando Jokanović, que era mi ídolo; la temporada 94/95 me pareció espectacular, y luego los últimos años los recuerdas con más pena porque ves cómo iba yendo todo a la deriva”, dice. Pero aquella fue una época especial. “La nostalgia nos hace exagerar las cosas, pero porque yo creo que todos lo vivimos así, y en el caso del Oviedo mira lo que hay después… la travesía en el desierto. Es como que te queda un recuerdo más marcado. Esta no es la mejor época de la historia del Oviedo, pero a color es el mejor Oviedo que se recuerda, con jugadores internacionales…” señala Azparren, que se muestra encantado con la marcha del libro. “Hay mucha gente que vivió esa época que están como locos con el libro, es como que les gusta más recordar lo que viviste que ver algo nuevo”, comenta.
En “El mítico Oviedo” aparecen muchos de los personajes azules de aquellos años, como Vicente Miera, La Pixarra o el añorado Luis Aragonés… pero, ¿quién es el más especial? “Si tengo que elegir a uno como representante de la época sería Carlos, porque es el que mejor representa lo que era aquel Oviedo, por rendimiento y por la forma de jugar que enganchaba al Carlos Tartiere. Jabo Irureta, además de Miera, como entrenadores, por lo que hicieron con lo poco que tenían. Y como escritor me gustan mucho los antihéroes y la figura de Collymore me parece espectacular”, explica el autor.
La trayectoria del Oviedo cambia en aquel fatídico año 2001. ¿Qué sería del conjunto azul de haber entrado aquel tiro de Jaime en la penúltima jornada de la temporada 2000/2001? “Seguro que la historia hubiese sido muy diferente, la deuda se hubiera ido pagando poco a poco, el tortazo no hubiese sido tan grande”, opina. También cambió la sociedad y el fútbol en particular con el paso de los años. “Antes, desde el punto de vista periodístico, había mucho más acceso a los jugadores, era un club más cercano. Antes hacías más vida con ellos. También cambió en el tema económico, en la forma en la que se cuidan los futbolistas… y se tenía mucho más respeto al aficionado de a pie que ahora”, dice Azparren.
El fútbol ha cambiado, pero el sentimiento por el club no solo prevalece sino que ha crecido ante tanta adversidad, un amor inquebrantable “Había una frase que decía… “El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”, pues el Oviedo sería eso. Puede parecer un simple equipo de fútbol, pero al final es una parte muy importante de tu vida que está ligado a tus recuerdos. Tú hablas del Oviedo pero estás hablando de ti”, concluye.