Un libro para reconciliarse con uno mismo. Esto es lo que llevó a Mónica Suárez Rueda a publicar su primer trabajo, “Las heridas del alma” (Ediciones Camelot), que presentó en el espacio cultural de la librería La Pilarica ante más de una treintena de personas. Una obra en la que cuenta en primera persona los maltratos que sufrieron ella, sus hermanos y su madre en particular durante más de cincuenta años. Un relato duro, sincero y valiente sobre la violencia de género.
- ¿Qué te llevó a publicar el libro? ¿Por qué en este momento?
Tenía que cumplir el deseo de mi madre. Fue un silencio de más de medio siglo. En cuanto a mí, por poner voz a tanta gente que está sufriendo todo tipo de violencia, para animarlas y decirles que no están solas.
- ¿Cómo fue el proceso de escribir el libro?
Fueron ocho años desde que escribí la primera letra. Rompí diez libros, no estaba convencida con ninguno. Me aislé mucho, me fui a la casa que tenemos en el campo, me pasé el invierno sola y encerrada escribiendo… Fue muy duro, tuve que hacer mucha terapia y dejarlo en cuarentena muchas veces. Era rememorar muchas cosas… y yo no viví ni la mitad, fue mi madre la que me contó los hechos. Yo soy la última de seis hermanos.
- Es un libro duro…
Es un libro donde existe todo tipo de violencia: vicaria, intrafamiliar, de género, infantil…
- Está basado en hechos reales, la historia de tu familia…
Sí, mi padre, mi madre, mis hermanos, yo… Los nombres de los personajes son ficticios por preservar la identidad de todos ellos.
- ¿Cómo fue vivir todo aquello?
Era vivir completamente en tensión, a los hijos nos llevó a tener terrores nocturnos, yo me meé en la cama hasta los doce años, otro hermano también, en clase nunca estuve concentrada… nos estropeó la niñez, que es la base de lo que vas a ser de mayor.
- ¿Se puede superar todo esto?
Yo lo superé con mucha terapia, alrededor de muchos maestros, haciendo la sanación de mi niña interior, reiki, terapias de liberación emocional… Pero mis hermanos no la hicieron, fui yo la que me incliné por este tipo de métodos. A día de hoy ya no sangra tanto esa herida, solo queda una cicatriz.
- ¿Qué recomendarías hacer a una persona que sufre este tipo de violencia?
Lo primero que hay que hacer es vencer el miedo, es el paso más importante de todos. ¿Cómo se vence el miedo? Hablando con personas que te pueden ayudar, pidiendo auxilio, hacer terapia… Si confías plenamente en la persona que te puede ayudar, se puede vencer el miedo.
- Ahora hay más herramientas para denunciar este tipo de comportamientos…
Ese es el mensaje que quiero transmitir, ahora hay casas de encuentro de la mujer, tienen muchos apoyos e instituciones que las ayudan y velan por ellas y sus hijos.
