Aunque volcada principalmente en la poesía, Ichiyo Higuchi también abordó la prosa con un precioso diario y alrededor de unas quince narraciones, cinco de las cuales -probablemente las mejores- se reúnen en el presente volumen, encabezadas por la novela corta «Aguas turbulentas», sobre el mundo de las geishas que ella conocía bien por haber vivido cerca de un barrio de prostitución de Tokio.
Con una diafanidad, sentido del detalle y capacidad poética impresionantes, en estas conmovedoras narraciones trata la diferencia de clase social, la artificialidad e injusticia de una sociedad en demasía codificada, etc., enriquecidos por la sensibilidad del punto de vista femenino, que analiza la infelicidad resultante de los conflictos sentimentales agravados por las cortapisas sociales.
No en vano, el gran Mori Ogai, otro gran escritor de la era Meiji, escribió: «Ichiyo es una mujer de genio excepcional».