Antony Beevor reconstruye en este libro la última gran batalla europea de la segunda guerra mundial y la estremecedora agonía del Tercer Reich. Con rigurosas técnicas documentales semejantes a las empleadas en Stalingrado pero con mayor aliento épico y más densidad política, Beevor combina como nadie un extraordinario talento de militar e historiador con unas dotes narrativas fuera de lo común para describir tanto la complejidad de las grandes operaciones militares y la lógica de las decisiones de sus mandos como los sentimientos de la gente común atrapada en un torbellino de fuego y metralla: la desesperación de Hitler, los deseos de venganza de Stalin, la impotencia de Guderian o la astucia de Zhukov, pero también la paradójica inocencia de unos niños jugando a la guerra con espadas de madera en mitad de sus casas destruidas por las bombas o el asco y el resentimiento de las mujeres brutalmente violadas por soldados soviéticos al tiempo que fanáticos de las SS ejecutan a cualquiera que se atreva a ondear una bandera blanca... «Berlín se parece -ha escrito Michael Burleigh- al gran poema épico de Alexander Solzhenitsyn Noches prusianas, sólo que apoyado en impresionantes fuentes documentales. Es una obra maestra de la historia moderna.»
Antony Beevor reconstruye en este libro la última gran batalla europea de la segunda guerra mundial y la estremecedora agonía del Tercer Reich. Con rigurosas técnicas documentales semejantes a las empleadas en Stalingrado pero con mayor aliento épico y más densidad política, Beevor combina como nadie un extraordinario talento de militar e historiador con unas dotes narrativas fuera de lo común para describir tanto la complejidad de las grandes operaciones militares y la lógica de las decisiones de sus mandos como los sentimientos de la gente común atrapada en un torbellino de fuego y metralla: la desesperación de Hitler, los deseos de venganza de Stalin, la impotencia de Guderian o la astucia de Zhukov, pero también la paradójica inocencia de unos niños jugando a la guerra con espadas de madera en mitad de sus casas destruidas por las bombas o el asco y el resentimiento de las mujeres brutalmente violadas por soldados soviéticos al tiempo que fanáticos de las SS ejecutan a cualquiera que se atreva a ondear una bandera blanca... «Berlín se parece -ha escrito Michael Burleigh- al gran poema épico de Alexander Solzhenitsyn Noches prusianas, sólo que apoyado en impresionantes fuentes documentales. Es una obra maestra de la historia moderna.»