'Cuando yo nací, todo era nuevo. Nunca había visto nada, ni el sol ni una cara ni una flor. No conocía a nadie ni nadie me conocía a mí.' El descubrimiento del mundo empieza en la barriga de la madre. Allá adentro, bien acurrucados, ya oímos música, reconocemos voces y percibimos luces. Nos empezamos a preparar así para la gran aventura de la vida que comienza el día en que nacemos. Primero toca aprender a respirar, saborear, sentir... y luego le siguen un sinfín de descubrimientos que el pequeño protagonista de este libro nos va desentrañando uno a uno, con una mirada retrospectiva cargada de ingenuidad y fascinación.