Si hay un hombre que puede hacer lo imposible, ése es Richard Sharpe...
El teniente coronel Sharpe es un hombre con reputación. Nacido en una alcantarilla, criado en un hospicio, se unió muy joven al ejército, y ése ha sido su hogar desde entonces. Es sólo un hombre, casi una bala perdida, pero sus tan poco convencionales métodos lo convierten en una pieza muy valiosa.
Aún se está asentando el polvo causado durante la batalla de Waterloo, pero el duque de Wellington, plenamente consciente de que el fin de una guerra es sólo el comienzo de otra, se prepara ya para una nueva amenaza. Puede que el ejército de Napoleón haya sido derrotado, pero un nuevo enemigo ya los acecha entre las sombras: un grupo secreto de fanáticos revolucionarios empeñados en vengar a su emperador. Y a Wellington sólo se le ocurre recurrir a Sharpe...
En esta ocasión, el campo de batalla será completamente diferente: el laberinto de calles que componen la ciudad de París, donde las líneas entre amigos y enemigos se difuminan con facilidad. En esa encrucijada, y en su búsqueda del espía del que depende todo, Sharpe tendrá que derrotar a un asesino letal decidido a matar a su objetivo... o morir en el intento.