Una mujer aparece muerta en su coche.
Una testigo afirma haber visto a un hombre subirse al automóvil.
¿Era su pareja? ¿Un desconocido? ¿O tal vez el asesino?
Un misterio sofisticado, amenazante y lleno de giros de Charlotte Link, la reina del suspense europeo.
Scarborough, 2010. Un adolescente obeso, Alvin Malory, es víctima de una agresión terrible que lo deja postrado en coma vegetativo. Un caso sin resolver en la carrera de Caleb Hale. Casi diez años después, Anna Carter ve cómo un desconocido detiene el vehículo que conduce una mujer y se monta en él. A Anna la escena le parece extraña e intenta, sin éxito, llamar la atención de la conductora. Anna está cansada y hace frío, así que finalmente decide marcharse. Al día siguiente, el coche aparece aparcado en un pequeño camino con el cadáver de la chica acribillado a puñaladas en su interior. Cuando Anna descubre el fatal desenlace de la escena que presenció el día anterior, no se atreve a contar lo que vio por temor a verse implicada en un caso criminal. La policía encuentra en el coche unas huellas dactilares coincidentes con otras halladas en el lugar donde se produjo la brutal agresión a Alvin Malory, pero no parece haber ningún nexo de unión entre este y la fallecida.