Hartos de los mosquitos,los vecinos, en concierto,a las ranas convencieran y así poblaron sus huertos.Que de todos es sabido-con ligereza pensaron-de los batracios serán manjary de los otros nos libramos.Las ranas proliferarony llegaron a croar tan alto,atrayendo a las serpientesque gustan de este bocado.Al origen de tus pesaresy, a falta de buen consejo,será de todos preferido,ser picado por mosquito,pues, pesa más el remedio, la mordedura de ofidio. Joaquín Gaitano Palacios