Hoy en día, un Ferrari sigue siendo un objeto de arte, una de las más bellas demostraciones del vínculo que puede unir a artista y artesano: la creatividad.
Muy pocos libros dedicados a la marca Ferrari dedican la mayor parte de sus páginas a la imagen y, del mismo modo, pocos se dirigen al gran público, que admira estos fabulosos coches en toda su sencillez, a menudo sin conocerlos y a veces incluso sin poder identificarlos. Si simplemente desea disfrutar de estos coches, que raramente se encuentran en el paisaje cotidiano, por el simple placer de hacerlo, sin pretensiones ni ninguna erudición particular, estas páginas son para usted. El recorrido que le proponemos a través de estas mas de 1.000 imágenes es, ante todo, el del corazón y los ojos.
¿Cómo ser insensible ante tal profusión de maravillas? Enzo Ferrari dedicó toda su vida al automóvil por un amor inmoderado a la victoria; un amor aún más fuerte a la bella factura y al trabajo bien hecho hasta el más mínimo detalle, lo que le convierte en un visionario.