La Inquisición española fue una mezcla de agencia de espionaje, unidad de asuntos internos y fuerza de orden público que, aunque tuviera como objetivo prioritario la persecución de delitos religiosos, acabó convirtiéndose -y esta es una de las sorpresas mayúsculas de este libro- en un brazo «político» de la monarquía hispánica, realizando una labor de vigilancia global, con intervenciones quirúrgicas.
El uso exhaustivo de fuentes desdeñadas hasta la fecha nos permite adentrarnos en las fascinantes biografías de moriscos, luteranos, espías, filibusteros, judaizantes o falsos religiosos que pululan en el inmenso espacio del imperio español: de Flandes a Italia, del Mediterráneo al Atlántico y, por supuesto, América.
Frente a una visión truculenta y sanguinaria de la Inquisición española, que bebe tanto de la leyenda negra como del desprecio hacia las nuevas investigaciones, La Inquisición desconocida. El Imperio español y el Santo Oficio nos ofrece un retrato fresco, desmitificador y atractivo de una de las instituciones más importantes de la España moderna.