La historia del pueblo ruso y la historia del S. XX mundial no pueden comprenderse sin conocer la vida de Stalin, su férreo gobierno y su férrea personalidad corrieron paralelos y su voluntad sacudió los cimientos del mundo.
Iosif Vissarionovich, Stalin, fue el hijo de un zapatero, un preso, un revolucionario, un líder militar y, entre 1928 y 1953 manejó a voluntad el destino del país más grande del mundo y la vida de sus ciudadanos. Esto es precisamente lo que intenta Stalin, el tirano rojo, comprender la figura del dictador georgiano y del pueblo ruso que le tocó gobernar para aclarar un poco la controversia entre aquellos que defienden que fue un magnífico estadista que cogió una Rusia rural, de campesinos oprimidos y latifunduistas tiranos, y dejó una Rusia industrializada, una potencia mundial, y aquellos que le consideran autor del mayor genocidio de la historia universal.
Álvaro Lozano aborda la vida del dictador de un modo que difumina las fronteras entre la historia expuesta y la historia narrada, mezcla el dato con el estilo narrativo, y se estructura de modo que, en ningún momento se pierda la tensión. La obra parte de los momentos previos a la invasión alemana de Rusia y, tras relatarnos el momento álgido del gobierno de Stalin, la Operación Barbarroja, retrocede a los orígenes de Stalin. Alternará la industrialización del país, su modernización y el reparto de riquezas basado en la Nueva Política Económica, los planes quinquenales y la colectivización de la tierra, con una época de terror caracterizada por las terribles purgas que desembocaban en ejecuciones o encierros en los terribles gulags, una época donde la política económica provocó hambrunas en Ucrania y desastres medioambientales como el del mar de Aral.