El libro analiza los efectos que el llamado feminismo islámico puede tener en el seno de los países de tradición cristiana, principalmente europeos. El ensayo rastrea la difusión e implantación institucional de dicho movimiento y analiza los peligros y amenazas que encierra, dado que el feminismo islámico se predica en términos proselitistas, de fe religiosa militante y está decididamente impulsado por los grupos autopercibidos como «progresistas».
Paloma Hernández explora un fenómeno creciente en Europa, y otros países como Canadá o Estados Unidos -sobre todo de mujeres jóvenes-, que muestran en redes sociales su conversión al islam, exhibiendo orgullosas su nueva indumentaria musulmana y defendiendo su «libertad individual» para abrazar una nueva fe y una cultura diferentes.