El gobierno de Franco y el Vaticano ayudaron a escapar de Europa y de ser juzgados en Núremberg a importantes nazis acusados de genocidio y de crímenes contra la humanidad. Adolf Eichmann, el «arquitecto» del Holocausto, Josef Mengele, el «Ángel de la muerte» de Auschwitz, Franz Stangl, el verdugo de Treblinka, Klaus Barbie, el carnicero de Lyon, John Ivan Demjanjuk, Erich Priebke, Gustav Wagner, Hermine Braunsteiner, Otto W¤chter, Walter Rauff, Herberts Cukurs y Erich Rajakowitsch son las «ratas» que escaparon de Europa dejando tras de sí una gran marca de sangre y horror.