Una guía para entender con sencillez la inflación actual y la crisis que viene
La economía internacional va encadenando una crisis económica con la siguiente. Cuando aún no habíamos salido del traumático shock de la pandemia de Covid-19, la crisis desatada por la guerra de Ucrania ha venido a lastrar aún más la recuperación. La inestabilidad es cada vez más recurrente, y las transformaciones económicas se producen a un ritmo vertiginoso. Hemos llegado así a un tiempo de incertidumbre permanente y de riesgo continuo, con una economía mundial caracterizada por el desequilibrio y el vértigo.
Las subidas de precios más altas de los últimos cincuenta años han vuelto a poner a las economías nacionales al borde del abismo. Torres repasa los diagnósticos errados que han venido haciendo los actores que toman las grandes decisiones económicas, desde considerar que solo eran «alzas momentáneas de precios» a creer que solo puede combatirse subiendo los tipos de interés. Y desvela las causas reales de la inflación actual, así como los problemas de fondo que hay detrás de ella, el excesivo protagonismo de las finanzas y la especulación, las fallas de la globalización, la falta de competencia en los mercados, la desigualdad, el crecimiento desbocado de la deuda pública y privada o el cambio climático.
En su nuevo ensayo, el economista Juan Torres advierte que la próxima crisis económica será diferente y más difícil todavía. Un contexto geopolítico y estratégico con enormes peligros potenciales hará más complicado hacerle frente, y la acumulación de fracturas estructurales en el sistema complejo que es la economía internacional supone un riesgo sistémico que amenaza con el colapso.
Más difícil todavía es una ventana abierta al pensamiento crítico y un remedio al análisis simplista y lineal que tan a menudo predomina en la discusión de los asuntos económicos. Este libro pretende contribuir al conocimiento de los problemas que hoy día tiene la economía mundial sin prejuicios ni falsas certezas para que sea posible darles soluciones efectivas. Y, sobre todo, ofrecer a quienes no son economistas la oportunidad de saber lo que está sucediendo realmente como la primera y mejor herramienta de la que hay que disponer para protegerse de la crisis que viene.