ADVERTENCIA
INTRODUCCIÓN
I. EN EL HORIZONTE DE LA ILUSTRACIÓN
II. UNA DEFINICIÓN DEL PROYECTO ILUSTRADO
III. MODERNIDAD Y/O POSTMODERNIDAD: UN POSIBLE DEBATE PARA LA FILOSOFÍA POLÍTICA
IV. ILUSTRACIÓN PESIMISTA Y DEBATE DE «HISTORIADORES»
1. REVISIONISMO HISTÓRICO
2. DEMOCRATIZACIÓN VERSUS NACIONALISMO
3. UNIFICACIÓN ALEMANA Y DEBATE DE HISTORIADORES
4. CINISMO HISTÓRICO O CINISMO PROCEDIMENTAL
V. DESORIENTACIÓN ÉTICA Y CRÍTICA DE LA MODERNIDAD
1. ERNST JÜNGER: LA INVIABILIDAD DE LA CRÍTICA DE LA MODERNIDAD DESDE POSTULADOS DE LA «REVO¬LUCIÓN CONSERVADORA»
2. HEIDEGGER: UNA INCÓGNITA ÉTICA O LA TRIVIALI¬DAD DE UN PENSAMIENTO
VI. ILUSTRACIÓN POLÍTICA Y CULTURA DE LA DISIDENCIA
1. LA POLÍTICA BUSCA A LA CULTURA
2. MORAL, SECULARIZACIÓN Y DEMOCRACIA
Este libro intenta, por un lado, mostrar ciertas quie¬bras de un ámbito de representación de la experiencia moderna: la ético política. Por otro lado, analiza la incompatibilidad entre un pensar «sustancialista», sea éste de tipo esencialista o decisionista, y una reflexión democrática. La propuesta en favor de la segunda se justifica en la no aceptación de la resignación del prime¬ro cuando se conforma con decir «esto es así», mientras que la segunda no sólo explicará lo que hace, sino por qué se hace. El primero, de acuerdo con el «decisionis¬mo» del que procede, es inepto para entender algo más allá de la «acción por la acción»; la segunda buscará denodadamente el significado de una acción en un discurso con sentido de globalidad. El primero es apto para elites; la segunda admite todo tipo de hombre¬ capaz de expresarse más allá de una jerga. El primero excluye ciertos discursos; la segunda admite todo tipo de palabra y, sobre todo, promociona las que prueban su validez en los foros públicos. El primero, en fin, puede conducir al secretismo y a la inhumanidad; y la segunda intenta una defensa del individuo en consonan¬cia con el mejor humanismo democrático.
Este libro intenta, por un lado, mostrar ciertas quie¬bras de un ámbito de representación de la experiencia moderna: la ético política. Por otro lado, analiza la incompatibilidad entre un pensar «sustancialista», sea éste de tipo esencialista o decisionista, y una reflexión democrática. La propuesta en favor de la segunda se justifica en la no aceptación de la resignación del prime¬ro cuando se conforma con decir «esto es así», mientras que la segunda no sólo explicará lo que hace, sino por qué se hace. El primero, de acuerdo con el «decisionis¬mo» del que procede, es inepto para entender algo más allá de la «acción por la acción»; la segunda buscará denodadamente el significado de una acción en un discurso con sentido de globalidad. El primero es apto para elites; la segunda admite todo tipo de hombre¬ capaz de expresarse más allá de una jerga. El primero excluye ciertos discursos; la segunda admite todo tipo de palabra y, sobre todo, promociona las que prueban su validez en los foros públicos. El primero, en fin, puede conducir al secretismo y a la inhumanidad; y la segunda intenta una defensa del individuo en consonan¬cia con el mejor humanismo democrático.