Como pianista innovador y constantemente inventivo, Brad Mehldau ha atraído a un ingente número de seguidores a lo largo de los años, quienes aguardan una experiencia singular e intensa en sus actuaciones. Con este libro, Brad busca extender esa experiencia a las páginas, compartiendo elementos muy personales de su vida y cómo se fusionaron para convertirlo en el músico y persona que es hoy.
Este libro dibuja un retrato vibrante del mundo del jazz en Nueva York a finales de los 80 y principios de los 90, mostrando cómo una generación de músicos se encontró e inspiró mutuamente para llevar la música en nuevas direcciones, aprovechando un sinfín de influencias pero manteniendo la tradición, tanto aquellas arraigadas en el mundo del jazz como en el clásico. La atmósfera de los clubes, la escena creativa en Manhattan y Brooklyn y las primeras giras de Brad son brillantemente plasmadas. Se evoca la formación del cuarteto con Joshua Redman, así como el crecimiento de los propios grupos de Brad, que lleva a su aclamada serie de grabaciones Art of the Trio con el bajista Larry Grenadier y el baterista Jorge Rossy.
Brad no esconde nada cuando aborda el período de adicción a la heroína; su dolorosa decadencia y su redención final hacen que la lectura sea emotiva y, a menudo, angustiosa. Sus lecturas y audiciones son una constante referencia, desde las obras de James Joyce y Thomas Mann hasta el rock progresivo y Bob Dylan, sin olvidar a críticos como Harold Bloom. El libro traslada una experiencia vivida intensamente. Íntimo, vulnerable y profundo, ofrece una mirada al interior de la mente de un artista en la cima de su talento y con sus propias palabras.
