Un festiva literario reúne a escritores africanos en la isla de Mozambique. Es una cita que todo el mundo espera con ilusión, de tan inusual como resulta que autores del continente sean convocados a eventos de este tipo. Y por eso se huelen los nervios y la ansiedad, y, sobre todo, la satisfacción y la intriga por conocer el resultado. Pero los acontecimientos se suceden en una dirección diferente, radica: una impresionante tormenta corta la energía eléctrica y las comunicaciones. Los invitados se verán aislados durante casi siete días, a ciegas. Y entonces los egos entran en conflicto, la incertidumbre crece. Y, además, por la isla caminan unas figuras que parecen haber salido de los propios libros de los escritores, se escuchan voces. ¿Es una tormenta o es el fin del mundo? ¿Siguen vivos o, sin saberlo, están muertos? Durante una semana, y quizá para siempre, la barrera entre la realidad y la ficción se esfuma y los fantasmas del pasado son interlocutores del presente. Y, entretanto, se resiste el amanecer del futuro... Con su maestría narrativa habitual, a la aparición de un personaje que ya p