Todos me preguntaban cuándo parto,
cuándo me voy. Así parece
que uno hubiera sellado en silencio
un contrato terrible:
irse de cualquier modo a alguna parte
aunque no quiera irme a ningún lado.
Señores, no me voy,
yo soy de Iquique,
soy de las viñas negras de Parral,
del agua de Temuco,
de la tierra delgada,
soy y estoy.
«Neruda ya ha alcanzado la paz. Nada lo puede tocar. Ahora pertenece para siempre a sus lectores, al ancho mundo de la poesía.»
RODOLFO HINOSTROZA