El conflicto que tuvo lugar en Corea entre 1940 y 1953, constituyó el principal enfrentamiento entre dos sistemas de concebir el mundo radicalmente opuestos en los primeros años de la guerra fría. La guerra entre comunismo y democracia capitalista llegaba a un punto de no retorno.
Inicialmente, el norte comunista se impuso, tan solo para ser contundentemente rechazado por las fuerzas de la ONU, encabezadas y dirigidas por Estados Unidos. Pero la entrada de China en guerra cambió completamente el panorama. Se iniciaba así un largo conflicto con el que nadie había contado.
Finalmente se llegaría a una situación de statu quo que permanece en la actualidad, incluso con la amenaza directa del uso de armas nucleares. Estados Unidos no logró la victoria deseada, la URSS se volvió más flexible tras la muerte de Stalin y el único vencedor fue Mao, líder de China que se ha convertido en la actualidad en el mayor enemigo del sistema de vida del que disfrutamos en Occidente.