El día de las primeras elecciones autonómicas, Rafael Fernández, aún presidente de Asturias, dio por concluida la transición política. En realidad, lo que ocurrió el 8 de mayo de 1983 estaba más relacionado con el futuro. Aquellas elecciones fueron el estreno en Asturias de una arena electoral y políticas propias, constituidas a partir del Estatuto de Autonomía, que fijaba las condiciones del autogobierno de la comunidad autónoma. Más que un punto final, aquellas elecciones fueron el arranque del sistema político asturiano, que cuenta un cuarto de siglo.
Fueron unas elecciones, dicho con término que utilizan los politólogos, "fundacionales". Los asturianos configuraron con su voto un sistema de partidos, con sus instituciones, sus actores, una cultura política y unas pautas de comportamiento electoral, que se mantuvo estable, con ligeras variaciones, al menos durante una década, y que aún hoy estructura la vida política de la región en gran medida.
Óscar Rodríguez Buznego