Los niños de mangle inicia la saga del personaje Efraín Sánchez
(alias El Caimán), en la tradición del relato detectivesco urbano. El
escenario es el Caribe Colombiano, desde la península desértica que
se adentra en el Mar de las Antillas hasta el corredor del gran turismo
que opera en las ciudades coloniales de Santa Marta y Cartagena,
con cuartel central en la Barranquilla moderna y cosmopolita. La
muerte de una prostituta y la desaparición de su hija, la pequeña
Carol, sumergen a Efraín (expolicía militar, fanático del béisbol y de
las mujeres caribeñas) en el mundo de las redes de turismo sexual
infantil en las pobrísimas comunidades anfi bias de la Ciénaga del
Magdalena. Una trama que se desarrolla en el entorno de la liberal
época de carnavales, con las negociaciones del tratado de paz con
las FARC como dramático telón de fondo.